En este octavo episodio se cuenta el momento en que maduré mucho profesionalmente.
Pasó el tiempo y llego 2019, un año en el que aprendí mucho en aspectos personales, sobretodo laboralmente. En febrero volví hacerme de nuevo otras infiltraciones, donde la cosa seguía estancada. Me aliviaba que no se estuvieran agrandando las placas, y la poca evolución que tenía se mantenía. El mes de Abril empecé las practicas en una tienda de moda de Barcelona, durante tres meses. Descubrí que realmente no quería ser confeccionista, ya que en cierto modo ya lo sabía, porque la máquina de coser siempre ha sacado lo peor de mí. Justo al revés lo hace la cámara réflex. También me enseñó a ver cómo de injusto puede llegar a ser un negoció, ver que tu propio caos no es el peor que hay. Lo peor de todo fue no haber aprendido conocimientos nuevos, solo aprendí a que ese lugar no era para mí. Durante la estancia me hizo tener más ansiedad, tras lo mal que llevaban el negocio y problemas que había de antes que empezara. Esto me repercutió en mis placas de alopecia, haciendo que perdiera más de volumen. Pero para compensar la situación me fui a ver el reencuentro de las Spice Girls en Manchester con mi prima, que nos supuso cumplir un sueño. Mi prima me a marcado mucho con las Spice Girls , ya que de pequeño recuerdo que me cantaba todas las canciones y me vienen muy buenos momentos.
Llegó Junio y acabó el curso en el que más he madurado. Ese mismo mes me tocó otra visita con las infiltraciones. Durante la revisión vieron que las placas se estaban regenerando poco a poco. Luego me tuve que despedir de la doctora Aratxa García Cruz, porque se iba a ir a otro sitio a trabajar. Me vino recuerdos desde el principio, y me puse nostálgico viendo la evolución que había tenido, ya que había estado 6 años en los que me había tratado todo el tema de la alopecia y me ayudó mucho. Recuerdo que en el verano anterior ya había perdido un poco la esperanza que se me regenerase del todo. Levaba unos 4 años con las placas laterales en los que ha sido una montaña rusa en el tema de recuperar el pelo perdido. Pero también me di cuenta que cuanto más quería que me creciera el pelo, menos me iba a salir. Así que cambié el chip, y dejé de preocuparme. De alguna manera me funcionó. Había sido el verano en el que menos me preocupaba el futuro del pelo, y por ello observe que se regeneró aun mas.
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